Hubo un buen grupo que participó y recibió el mensaje que dio el Padre Biel Amengual, sacerdote diocesano y canónigo de la Catedral de Palma.
El tema estuvo centrado en la esperanza en tiempo de desesperanza.
Nos hizo ver los problemas catastróficos que hay (hambre, guerra, autoritarismo, increencia…)
Nos recordó que la esperanza es esperar lo que no tenemos ni somos capaces de darnos.
Las fuentes son: en primer lugar el amor de Dios como motivo y fundamento de la esperanza. También nos remarcó el Cristo de la Resurrección, porque nos muestra hasta dónde llega su amor.
La Navidad nos ofrece la verdadera novedad, y el motivo más divino, porque es Dios mismo que viene a nosotros, que se hace donación, el amor de Dios es humano.
Estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria. Ser sembradores de paz, delante de tanta violencia, saber ser personas de bien, de corazón pacifico y pacificador, en este mundo de hoy.